Las úlceras bucales son dolorosas lesiones en las paredes internas de la boca, paladar, mejillas y encías a causa de infecciones por virus, hongos o bacterias, heridas, golpes y uso de aparatos de ortodoncia, las cuales se clasifican de la siguiente manera:
Úlceras traumáticas: aparecen cuando la mucosa bucal sufre irritación o heridas, lo que regularmente es ocasionado por lastimaduras con el cepillo dental, aparatos de ortodoncia mal colocados, ingestión de bebidas muy calientes, masticación inadecuada (especialmente de alimentos duros) y mordedura accidental en lengua o mejillas.
Aftas: su aparición suele asociarse a baja en las defensas del organismo, estrés y ataque de microorganismos (virus, hongos y bacterias).
Herpéticas: Son ocasionadas por el virus del herpes simple y se presentan en forma de ampollas, generalmente afectan la parte externa de los labios, aunque con menor frecuencia se generan en encías y paladar.
El odontólogo revisa el interior de la boca e identifica las lesiones con ayuda de un espejo especial, y establece si se trata de infección, golpes o daños originados por aparatos de ortodoncia. Una vez que fue identificada la causa se debe recurrir al tratamiento adecuado y aunque las úlceras bucales suelen desaparecer en periodo de 3 a 5 días, es posible favorecer su curación mediante la aplicación de productos antisépticos, los cuales pueden aplicarse directamente con ayuda de un hisopo o disolverse en agua para realizar gargarismos.
Aplicar hielo en las lesiones ayuda a aliviar el dolor, así como administrar algún analgésico de venta libre o al aplicar anestésicos locales. Seguir una dieta blanda, la cual incluye caldos, verduras, frutas, gelatina y carnes blancas.
Evitar el consumo de alimentos salados, grasosos, condimentados, picantes, ácidos, calientes y/o duros.
// Este texto es solo informativo. Ante cualquier duda consulte a su médico.