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La cavidad bucal: mucosa y flujo salival

 
 
 

Toda la cavidad bucal se encuentra revestida por una mucosa que se extiende tapizando las paredes de la misma y los arcos alveolares hasta terminar como encía sobre la superficie dentaria. Es un tejido conjuntivo muy vascularizado cubierto por un epitelio delgado. La porción de mucosa que reviste los arcos alveolares constituyen las encías. Son dos, una superior y una inferior: la superior separa la bóveda palatina de las mejillas y del labio superior y la segunda separa el piso de la boca de las mejillas y del labio inferior. Esta mucosa es gruesa y muy consistente, se adhiere fuertemente al periostio y carece de glándulas, poseyendo en cambio numerosas papilas.

Es muy importante que haya buena cantidad de flujo salival en la cavidad bucal, ya que la saliva interviene de manera efectiva en el equilibrio de la salud bucal porque actúa en todas las fases del proceso de caries. Por sus condiciones fisicoquímicas y biológicas le provee al diente una capacidad protectora dada por su composición, capacidad buffer debido a su Ph cercano a 7, factores antibacterianos (lisozima, inmunoglobulina), sistema bicarbonato, sistema peróxidasas, péptidos, estaterina que estabiliza la concentración de calcio en la saliva y favorece el proceso de remineralización.

Es importante porque:
  • Diluye y elimina los azúcares de la dieta diaria.
  • Neutraliza los ácidos bucales por medio de su capacidad buffer.
  • Provee de suficientes iones para el proceso de remineralización
Falta de saliva y sus consecuencias:
  • Sensación de Boca Seca
  • Problemas para tragar, hablar, comer
  • Mayor presencia de caries dental
  • Dificultad para el uso de prótesis dental
  • Lesiones de las mucosas
  • Halitosis o mal aliento
Enfermedades y medicamentos de uso crónico que reducen el flujo salival: 
  • Medicamentos de uso crónico como sedantes, antihistamínicos, neurolépticos, antihipertensivos, diuréticos.
  • Enfermedades o condiciones sistémicas: artritis reumatoidea, síndrome de Sjögren, Inmunodeficiencias severas, diabetes Tipo I, depresión, asma, respiración bucal.
  • Radioterapia de cabeza y cuello porque afectan las glándulas salivales.
  • Ausencia de piezas dentarias porque disminuye la función masticatoria que estimula el flujo salival.
  • Deshidratación, estrés.
  • Vejez: con la edad, las enfermedades sistémicas y el consumo de algunos medicamentos provocan deterioro de las glándulas salivales.

// Este texto es solo informativo. Ante cualquier duda consulte a su médico.