Durante los primeros años y hasta los 7 aproximadamente el niño depende de los adultos para una correcta higiene bucal. Es beneficioso que incorpore desde temprano, técnicas de cepillado y utilización de hilo dental.
Recuerde que las bacterias presentes en los procesos de caries se transmite de adultos a niños en las gotas de saliva.
Amamantar al bebé es la forma de promover su salud y una excelente vía para asegurar un vínculo afectivo entre vos y él.
El único alimento que debe recibir el bebé es el que proviene del pecho materno. Todo lo que él precisa lo obtiene de allí. El calostro sobre todo y la leche materna son ricos en hormonas, enzimas y anticuerpos fundamentales para él, garantías de la mejor calidad de protección y alimentación posibles.
Debe recibir el pecho exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida. No necesita jugos o té. La madre requiere buena alimentación, descanso, comprensión, apoyo y respeto.
Incorporalo cuando esté bien establecido el hábito del amamantamiento. Mantenelo limpio, pero no con tu boca. Higienizalo con agua y detergente y luego enjuagalo bien. No le agregues azúcar, miel o soluciones dulces para disminuir el riesgo de caries.
Desde la aparición del primer diente del niño, limpialo con una gasa húmeda, dedil de silicona o cepillo dental pequeño, una vez al día.
A partir de los 6 meses, con la incorporación de alimentos sólidos, acostumbralo a poca azúcar y cuando tiene sed, ofrecele sólo agua. No olvides realizar la consulta odontológica de tu hijo.
Hacia los 3 años se completa la dentición primaria o de leche. Son muy importantes porque estos conservan el espacio para los dientes definitivos.
Se cuidadoso/a con el consumo de gaseosas, jugos y golosinas que realiza tu hijo. Reemplazalo por agua o leche. Enseñale a respetar las cuatro comidas diarias, esto reduce la necesidad de dulces entre comidas.
A partir de los 3 años incorporale al cepillado una pequeña porción de crema dental con bajo contenido de flúor. Supervisá a tu hijo mientras cepille sus dientes. Los niños deben concurrir al odontólogo aunque sus dientes estén sanos.
A los 6 años aparecen los primeros molares permanentes. Estos erupcionan detrás de los dientes temporarios, no reemplazan a ningún diente y estarán toda la vida.
Para mantenerlos sanos es necesario:
Los molares presentan en sus caras masticatorias ranuras y fosas donde quedan atrapados restos de alimentos y bacterias que provocan caries. El cepillo dental no puede limpiar estas zonas ya que el tamaño de sus cerdas, por más pequeñas que sean no pueden penetrar hasta la profundidad del surco. El sellador es un protector plástico que rellena esas irregularidades protegiendo a las caras masticadoras de las caries dental.
Su presencia en el medio bucal facilita la remineralización dentaria e impide la adhesión de las bacterias.
// Este texto es solo informativo. Ante cualquier duda consulte a su médico.