Fiebre Chikunguña
7 enero, 2018

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Automedicación y Odontología

 
 
 

En los últimos tiempos estamos en presencia de una creciente cantidad de consultas en los servicios asistenciales de trastornos derivados de la toma de medicamento. Si bien es una eventualidad no deseada pero posible en la práctica médica y odontológica la mayoría de los casos suceden en situaciones de automedicación.

En odontología suele ser muy frecuente por los cuadros agudos que se dan y se vinculan principalmente a la utilización de analgésicos y antibióticos.

La mayoría de las personas se han automedicado alguna vez. Ante un síntoma agudo y molesto como el dolor, por autodeterminación o por consejo de algún pariente, vecino o amigo, hemos tomado algún analgésico con la intención de controlar el síntoma y luego consultar al facultativo para tratar el problema como debe ser: profesionalmente. Pero hay personas que de esto hacen una costumbre y es allí donde pueden aparecer los riesgos.

En la práctica de la medicina y la odontología es sabido que existe un paso primordial que es el diagnóstico. El profesional pone toda su capacidad y habilidad en la búsqueda de los signos y síntomas que le permita vislumbrar un diagnóstico que con exámenes especiales confirmará y allí establecerá las medidas terapéuticas teniendo en cuenta el estado general del paciente y la posibilidad de aceptar la medicación impuesta con el máximo de efectividad terapéutica y un mínimo de efectos colaterales.

Cuando una persona se automedica generalmente deja de lado estos lineamientos primordiales en el arte del curar. Busca salir de una situación que lo incomoda sin tener en cuenta el verdadero diagnóstico. Suele creer que el síntoma que lo afecta es todo y no comprende que un síntoma puede resultar de muchas causas que deben ponerse en claro para la cura del problema. El otro aspecto que no suele tener en cuenta es los efectos colaterales que puede producirle la medicación autoimpuesta.

Otras situaciones que favorecen la automedicación son:
  • El ámbito familiar en el que uno se ha desarrollado, si creció viendo como su familia se automedica y recibiendo medicamentos sin la consulta profesional es lógico asumirlo como algo natural.
  • La situación económica, el acceso a los sistemas de salud, la demora en lograr la asistencia necesaria, el costo de la consulta médica.
  • Los medicamentos de venta libre con la intensa propaganda que estimula su uso es otro aspecto del problema.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece para su existencia que:
  • Los medicamentos de venta libre deben ser fiables para una respuesta consistente y rápida.
  • Seguros y de fácil identificación.
  • Cómodos y con amplio margen terapéutico.
  • Con claras especificaciones cuando el paciente deba consultar a un médico.
  • No siempre quedan liberados de un daño colateral.

La educación recibida en todos los niveles y especialmente lo que las autoridades sanitarias imparten al respecto es también un aspecto importante en esta problemática.

Debemos destacar que en este problema no solo es importante la automedicación de la sustancia sino que muchas veces es más peligrosa la autodeterminación de las dosis, aun en casos de prescripción profesional.

Por supuesto que el profesional habitualmente hace hincapié en lo peligroso de esta situación al medicar, pero es muy común que muchos pacientes acorten los tiempos en las tomas de los analgésicos o aumenten las dosis para controlar mejor al dolor, sin tener idea de la posibilidad de serios cuadros renales y la hemorragia digestiva alta como efectos secundarios de esas transgresiones.

Con los antibióticos suelen dejarlos antes de lo indicado, al notar una mejoría en el cuadro, sin tener en claro el grave problema de las resistencias bacterianas y la reagudización del proceso por la dosis insuficiente que esa conducta lleva implícita.

Son numerosas las publicaciones científicas que alertan sobre el problema de la automedicación en general y en la odontología en particular.

Debemos desde todos los frentes posibles insistir sobre esta situación para minimizar el problema.